Editorial del partido entre Envigado Fútbol Club y Millonarios
Profetas de otras historias desembarcan en la nuestra, el pliego de estas plegarias abunda en la mitad de lo que ahora es todo esperanza. Escribir por escribir, es un delito tan grave como el hecho de no dejar hasta lo último por sonreír en el final de la tarde. Abundan los peregrinos, reposan los citadinos, enaltecen sus dones las madres de la plaza y emigran de los corazones los deseos de vernos en lo más alto de la iglesia.
Salvamos algo más que los muebles, ahora armamos la casa entera. Londoño es nuestro comandante y Parra es más grande que la tierra que lo vio nacer. Somos semilla en el aguacero que pronto será tormenta.
Villa de Nuestra Señora de La Candelaria, pero un poco más al sur. Si este mismo fuera el norte, nadie sabe el desenlace, lo que nos infla el pecho es la clase con la que se pulen nuestros diamantes.
Cuarto guiño del Apertura, en el territorio de las vigas; juegan los descendientes de Manuel Correa, los curados para siempre por Manuel Uribe Ángel.
Vamos, Cantera de Héroes.
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