Editorial del partido entre Envigado Fútbol Club y Deportivo Cali
Leyendas y tradiciones susurran entre las cañas. Un sábado nos abre las puertas, en el mes que luchamos contra el enemigo tácito que se nos lleva lo más querido. En el yunque del trabajo, Envigado se agiganta y una casta de hombres grandes sus corazones levantan. Gertrudis Magna firmó el permiso para que hoy honremos a los desterrados hijos de Helfta.
Memorial de la abundancia de la divina suavidad, dos continentes fundidos en la Ayurá se derraman, la única verdad cierta es que este semillero es el mejor de los dos océanos. Pedregal, fábrica de próceres, seguramente si Antonio Nariño estuviera, hubiera salido de acá. Francisco de Paula Santander da un grito para que las tropas se conviertan en un equipazo.
Líderes de ciencia y arte y justicia libertaria, guían la paz y las letras entre la cruz y la espada. Y eso que tremenda lírica se escribió sin conocer, que 41 tipos en el último tiempo enorgullecieron desde el sur hasta el norte, toda la galaxia misma.
Nos convoca el quinto parpadeo del Apertura, en la majestuosa creación de Manuel Correa.
Vamos, Cantera de Héroes.
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